Cuánto más te dicen que tienes que estar tranquila, menos tranquila estás

Esto es una de las pocas verdades universales que pienso que existen. Hay una parte de la población que cree que por insistir en que estés tranquila, lo vas a conseguir. Si fuese tan sencillo, no existirían los ansiolíticos ni los antidepresivos y los psicoterapeutas se morirían de hambre. Si con decirte “tienes que estar tranquila” lo consiguiéramos, el mundo estaría lleno de gente zen y relajada. Sin estrés, sin miedo, sin ansiedad.

¿Acaso todos esos gurús de la tranquilidad no han caído en la cuenta de que nadie en el mundo tiene especial interés en estar preocupado, asustado, nervioso o ansioso?

Particularmente, pienso que el mejor estado del ser humano es estar tranquilo, sin duda. Y trabajo a fondo para estarlo. Como sano, duermo bien, no me drogo, llevo una vida activa pero tranquila, intento cuidar mis pensamientos, hago mindfulness, saco un rato para hacer cosas que me gustan, hago terapia y por épocas incluso he tomado ansiolíticos. Después de esto, ¿qué le hace pensar a una persona que voy a conseguir el estado ansiado de tranquilidad solo porque me insista en que tengo-que-estar-tranquila?
De hecho, normalmente, lo que me provoca escucharlo es lo contrario. Mucha más ansiedad y un poco de cabreo, lo reconozco. Normalmente por educación no respondo, pero me perjudica mucho que me lo digan. Sobre todo porque quien no lo está no es porque no quiera, es porque no puede, y porque alguien se lo diga no lo va a conseguir. Ojalá fuese tan fácil sentirse tranquilo inmediatamente después de que alguien te lo recomiende.

¿Quién no desea sentirse tranquilo? Es el estado ideal que podemos alcanzar, pero no siempre es fácil. Mejor dicho, a veces es bastante difícil, y más dependiendo de cada situación particular.

La última vez que me lo dijeron estuve muy tentada a contestar: mire, en los dos últimos años me ha pasado esto, esto, esto, esto y esto. ¿Cómo estaría usted en mi situación? ¿Qué piensan, que no queremos sentirnos en paz y estar relajados? Pues habrá quien se mueva bien en el caos y el estrés, pero desde luego creo que no es el caso de la mayoría.

Lo curioso es que, muchas veces, esa recomendación de tranquilidad viene del ámbito sanitario. Otras, simplemente de gente que no sabe qué decir.

Con esto de la tranquilidad me pasa un poco como con el positivismo. Casi siempre van de la mano, de hecho. “Tienes que estar tranquila y positiva”. Una vez, tras esta recomendación, le contesté a un médico: “pues, mire usted, es que yo no estoy tranquila ni positiva”. Fue hace bastante, no habían pasado ni 6 meses de la muerte de Uriel, y no entiendo en qué cabeza cabe que una mujer que ha perdido a su hijo pueda conseguir ese estado en tan poco tiempo.

Y voy más allá. Cuando te insisten tanto en que las cosas salen bien cuando estás tranquila y positiva (le estoy cogiendo manía a estas dos palabras) están cargando la culpa directamente en ti cuando algo se tuerce. “Es que hasta que no estés tranquila…”. Sí, esto me lo han dicho hace poco.

Yo ya he aceptado que estoy todo lo tranquila y todo lo positiva que puedo estar, dentro de mis circunstancias personales. A veces consigo un estado mayor de tranquilidad, y otras pierdo el equilibrio y me cuesta volver a la estabilidad. Así que no me gusta para nada que me lo digan porque no me aporta nada bueno. Otra cosa sería que en lugar de hacerte ese comentario te dijesen: “creo que practicar algo de ejercicio o meditación podría venirte muy bien para ayudarte a que el proceso sea más llevadero”. Cambia la película, ¿verdad?

 

En fin, que tenía ganas de escribir sobre esto porque es un frase que se repite muchas veces y puede perjudicar mucho.

2 Comentarios

  • La amatxu de Ager

    Hola, Virginia:

    A ti te pasa con el “tienes que estar tranquila” como a mí con la palabra “normal”. Se muere tu hijo, pregunta: “¿como estás?” – “muy triste” – “normal”. Cualquier cosa que se asocie al duelo o una emoción tras la muerte de tu hijo, toooodo lo que te pasa, toooodo lo que sientes, tooooodo es normal. No lógico, no natural, nooooo, normal. ¿Y qué es normal? Y lo que no es normal, ¿qué es? ¿anormal, subnormal? ¿Quién establece las normas, pues? No lo entiendo.

    En fin. Volviendo a tu tema, sí, creo que son frases hechas que las personas dicen “por decir algo”, y a ti, que intentas luchar por buscar tu propia paz y equilibrio, acabas exasperada, harta y enfadada cada vez que alguien te dice “tranquila”. Para mí mi máxima, que ya tenía antes de morir Ager, y ahora más si cabe, es estar en paz, sana y en paz, e intentar ser “feliz” con esto, o relativamente feliz. Nunca seré plena porque siempre tendré el hueco vacío de Ager, pero para mí es importante estar en paz. Yo leo mucho y practico yoga y meditación, hago bulletjournal, bueno, mujer, supongo que cada maestrillo tiene su librillo. SI lo que tú haces a ti te hace bien, sigue haciéndolo.

    Así que, compañera de dolor y ausencia, te deseo paz, para contigo y para con Uriel principalmente, y para con tu entorno. Un abrazo, estupenda reflexión.

    • Virginia del Río

      Hola Ama de Ager. Me encanta tu reflexión. Es así como lo dices. Hay frases hechas que se dicen por decir, porque no hay cultura de dolor y muerte en este país al menos. La expresión “tienes que estar tranquila”, en concreto, me pone más nerviosa que nada. Pero, bueno, seguimos caminando. Gracias por darme tu visión. Un abrazo enorme, compañera y comadre.

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