Hasta siempre, 2018

El reloj se paró para mí a las 4 de la tarde del 23 de enero. En ese instante, perdí la inocencia, la ilusión, la fe. Ahí sólo quería que acabase el año, que el tiempo volase, confiando en que el calendario me diese las razones para seguir creyendo. Tenía que haber sido el mejor año de mi vida y comenzaba feroz, arrasando todo…

 

Los brazos vacíos, la cuna vacía, el corazón vacío. Todo vacío. Volver a la casilla de salida y empezar a recorrer de nuevo el camino.

 

Y ahora que ha pasado el tiempo que deseaba que pasara, se me antojan increíbles las batallas libradas, las pequeñas conquistas y los pasos de gigante. Si ahora miro atrás, no sé ni cómo lo he logrado, lo lejos que he llegado, cuando el dolor era sangrante. Alcanzo la meta llena de heridas que van convirtiéndose en cicatrices, mientras vuelvo a construirme.  Caminando al frente porque no sé ir para otro lado.

 

Acaba este año atroz y los sentimientos se mezclan. Hace un mes que no dejo de pensar en este último día, soñando con dar un salto y que fuese febrero, que pasase todo en un abrir y cerrar de ojos. Pero también me da miedo despedir el año y ver cómo se aleja en el tiempo 2018 porque temo que con él se aleje en la memoria de los demás el recuerdo de mi hijo. Como si al cambiar de cifra le dejasen en un rincón del olvido allí, inmóvil, tapado. Como si se desdibujara su presencia a la vez que se serena el dolor. Pero sé que siempre estará con nosotros, porque se va cerrando el capítulo de la agonía pero nunca se cerrará el del amor.

 

   Diciembre de 2017, embarazada de 35 semanas

 

Hoy echamos el telón de 2018 y me doy cuenta de lo mucho que he aprendido. Que todos nos vamos a ir, antes o después, que el tiempo pasa, quieras o no. Que hay que vivir a pecho descubierto. Quizá nada vuelva a ser como era de pequeños, con los abuelos vivos, los primos cerca, cuando la felicidad era que te dejasen jugar un poco más con el regalo nuevo de Reyes, cuando aún no se nos había roto el corazón.

 

Probablemente hemos subido mucho nuestras expectativas y le pedimos demasiado a la vida, que no suframos dolor, y eso no es posible. Por eso, estoy aprendiendo a disfrutar más de los pequeños momentos que ahora sé que son los grandes. De una comida con mis amigas, de su conversación, de su compañía. De mi familia, con todas nuestras especialidades. He aprendido a apreciar el valor de unas palabras de ánimo, de una mano que se entrelaza a la tuya. A entender un abrazo como el único puerto seguro al que quiero llegar. Porque hay personas capaces de unir tus pedazos rotos. Porque la vida sólo tiene sentido si somos capaces de dar amor, recibir amor y perdonar, empezando por nosotros mismos. Si miramos alrededor, somos mucho más afortunados de lo que creemos. A pesar de nuestras ausencias, del dolor, de los brazos o las sillas vacías. Y QUE HAY PERSONAS QUE ESTÁN, ESTÉN DONDE ESTÉN.

 

Haz las paradas que tengas que hacer. Permítete caer. Descansa. Coge aire. Y luego sigue. No te rindas. “Todo lo que deseas está al otro lado del miedo”.

 

Os deseo un año nuevo cargado de aceptación y serenidad.

 

Cruzo el umbral de 2019 en paz y con más amor que nunca. Con más amor consciente. Y cargada de lecciones.

 

La vida siempre comienza hoy. Por muchos años que pasen.

 

 

Feliz 2019.

 

-SI PODEMOS VER LAS ESTRELLAS DESDE AQUÍ, ES QUE NO ESTÁN TAN LEJOS-
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*Dedicado a todos los que tuvimos que despedirnos de alguien que amábamos en 2018.

 

8 Comentarios

  • Elena

    feliz 2019! Yo tmb empecé este año con una estrella allí arriba, estoy a 2 dias de cumplir años y éste iba ser el mejor año, por primera vez me hacía ilusión cumplir años,embarazada, pero en diciembre mi sueño se fue por segunda vez, afronto este año con una tristeza infinita, no sé porque en la calle veo más mamás y bebes que nunca o me fijo mas ahora en ellos, pero duele taanto,te entristece tanto, es tan duro y te sientes tan sola aunque tu pareja te haya dado la lección mas importante de vida y éste en el mismo sueño contigo, sin saberlo, pero ahora mismo ni eso me da fuerzas para respirar y saber que esto pasará y quizas no sea una oportunidad para mí, a lo mejor rendirse y entender que la maternidad no sucederá en mi vida es lo mas sensato.

    • Virginia del Río

      Lo mejor es no tomar decisiones precipitadas, Elena. Y menos cuando estás deprimida. Todo a su tiempo y desde la “serenidad”. Decidas lo que decidas, estará bien. Pero no pierdas las ganas y la esperanza de encontrar lo que deseas. Un abrazo inmenso.

  • Claurelis

    Tus palabras me fortalecen yo tambien tengo un bebe estrella que se fue este 2018 y creeme leerte me hace sacar fuerzas de donde no hay….Axel mi bebe estrella

  • Helen

    Que bien lo expresas. Exactamente lo que sentimos muchas mades tal cual. Me gusta mucho como lo describes con los pies en la tierra pero siempre intentando disfrutar del presente y con esperanza al futuro porque nosotras más que nadie sabemos que la vida nos cambia en un segundo.
    Fuerza, amor e ilusión para este 2019!!!!

  • Maria

    Feliz 2019! que nos traiga como dices paz y serenidad o tranquilidad!! muy identificada con tus palabras!!
    También debería haber sido el mejor año de mi vida y sin embargo unos días después que a ti se me rompieron los esquemas por completo y he tenido que volver resurgir desde lo mas profundo del dolor (como tu bien sabes). Aunque este año nos ha traído mucho aprendizaje el dolor ha sido muy profundo. A ver que nos depara este año que aunque siempre esperamos una felicidad completa la vida no es así, es un vaivén de cosas buenas y malas.
    un beso para todas las estrellas que se recuerdan mas especialmente estos días a sus papis!!!

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