• Hasta siempre, 2018

    El reloj se paró para mí a las 4 de la tarde del 23 de enero. En ese instante, perdí la inocencia, la ilusión, la fe. Ahí sólo quería que acabase el año, que el tiempo volase, confiando en que el calendario me diese las razones para seguir creyendo. Tenía que haber sido el mejor año de mi vida y comenzaba feroz, arrasando todo…   Los brazos vacíos, la cuna vacía, el corazón vacío. Todo vacío. Volver a la casilla de salida y empezar a recorrer de nuevo el camino.   Y ahora que ha pasado el tiempo que deseaba que pasara, se me antojan increíbles las batallas libradas, las…

  • Cómo me despedí de mi hijo

    Uriel se marchó el día 23 de enero, nació el 24 y lo despedimos el día 16 de junio. Nunca me ha gustado la palabra despedida porque no logro encontrarle un sentido positivo, me trae nostalgia y tristeza, pero tras muchas semanas dándole vueltas decidí junto con mi psicóloga que era buena idea hacer algo bonito con sus cenizas.   En su momento, no me sentí capaz de ir yo a por ellas y se ocuparon mi hermano y mi cuñada, y en su casa se quedaron hasta que estuve preparada para afrontar ese momento. La frase “las cenizas de Uriel” era devastadora. Cruel. Injusta. Y me partía por la…